MARRUECOS. Otro mundo diferente

Queridos Farfallosos, nuestro viaje a Marruecos fue una pasada. Durante dos días recorrimos los entresijos de Marrakech, desde la plaza Jamaa el-Fna hasta el último rincón de los zocos. La plaza tiene una magia especial, en movimiento constante, los lugareños y los turistas conforman un paisaje único, donde la venta es lo que prima, sea al precio que sea. En los zocos puedes encontrar lo que quieras, incluso un pequeño café donde conocimos a todo un personaje: El Abdallah, al que fuimos a visitar dos veces... Pañuelos, collares, bolsos, carteras, especias, jabones, carne, olivas, naranjas, naranjas, naranjas, ajos que se vendian por dientes en vez de por cabezas, capazos, pescados, chorraditas, perrea, perrea, España crisis, bancarrota, 20 dirhams.
Encontrar alcohol es como buscar una aguja en un pajar, pero bueno, cuando lo encontramos, abrevamos como una manada sedienta, de hecho éramos una manada sedienta.
Al día siguiente pusimos rumbo a Essaouira, ciudad colonial amurallada, llena de casas blancas y azul turquesa, una delicia con el Atlántico golpeando con fuerza sus muros. Después de comer y en media hora, llegamos a Sidi Kaouki, paraíso surfero, playas de escándalo, soledad y bellos paisajes. Entramos de anochecida en Marrakech. Al día siguiente, un servidor regresó a su casa y el resto de la expedición tomó camino a Ouarzazate, que espero que nos cuenten como les fue.
Marruecos es lunar y solar, mundos diferentes a pocos kilómetros de distancia, calma, paz y alboroto, mar y viento.
Os dejo una foto del atardecer desde una de las terrazas de la plaza El-Fna y un video en la plaza de las especies que no tiene desperdicio. Si quereis ver más fotos, vía facebook.

Sergio