CAMPOS DE CASTILLA. Porque las cosas pasan porque sí...

"El vano ayer engendrará un mañana
vacío y ¡por ventura! pasajero"

Esta mañana camino de Madrid, al pasar por la estepa castellana, me han venido a la memoria estos versos del genial Machado, a la vez que algo se revolvía dentro de mí.

Rodeado de corbatas, trajes y perfumes caros, ni sobre la madera, ni vagón de tercera: en preferente. En un momento me he dado cuenta de que formaba parte de este circo de falsas apariencias, de desayuno descafeinado y autómatas innecesarios. En un momento, me he sentido tan incómodo y tan borrego, que ya no me quitado esa sensación en todo el día. Pero al menos, me ha hecho reaccionar para comprender que ese no es mi destino, al menos el que no quiero ni deseo. Entonces ha salido de repente mi carácter agrio y con mi cara de vinagre, le he dicho a la alegre y pizpireta azafata: "¿Es necesario que me hables como un robot?". Ella me ha mirado asombrada y no he logrado respuesta a mi pregunta, se ha girado con desdén y ha continuado su sonsonete con el siguiente pasajero.

Tras pasar el día en Madrid, una vez en Barcelona, un taxi me ha llevado de vuelta a casa y esta ha sido nuestra conversación:

TAXISTA: (Con acento maño, zaragozano para más señas) Que has venido, en el Ave de las seis?

SERGIO: Sí

TAXISTA: Y que tal va esto del Ave, bien, no? En dos horas y media llegas a Madrid no?

SERGIO: Sí

TAXISTA: Joder, cuanto corren los trenes ahora

SERGIO: Mucho

TAXISTA: ¿Y tiene cafetería?

SERGIO: Sí

TAXISTA: ¿Y dejan fumar?

SERGIO: No, no dejan fumar en ningun sitio

TAXISTA: Seguro que alguno se va a fumar al baño, anda que no

SERGIO: Seguro

TAXISTA: ¿Tu fumas?

SERGIO: Sí

TAXISTA: Pues vamos a fumarnos un cigarro aquí, que yo te dejo fumar, que estoy hasta los huevos de que no dejen fumar en ningun lao

SERGIO: Claro que sí

Y así he terminado el día, con un cigarro que me ha sentado de maravilla y me ha devuelto a la realidad, con los pies en el suelo y con la certeza de que tarde o temprano volveré a la claridad. Mientras tanto seguiré luchando como pueda... Ya lo decía el gran Kiko Veneno: "Las flores del campo... no quieren maceta"

Sergio