lunes, marzo 23, 2009

VAINICA DOBLE. A 40.000 brujas prudentes y a 40.000 hadas necias


"El camino más corto y seguro que puede seguirse en arte para llegar a obtener una originalidad asombrosa es ser absolutamente sincero"
Enrique Jardiel Poncela

Puedo decir con la boca bien grande, que Vainica Doble es lo más maravilloso que ha dado este país, musicalmente hablando. Nadie como ellas supo entender la vanguardia y la modernidad en unos tiempos en los que estaba prohibido hasta abrir la boca. Amigas de toda clase de músicas, la primera escucha puede dejar un regusto amargo y quizá os venga a la cabeza un: "pero estas abuelas trasnochadas que es lo que hacen". No es fácil al principio, pero poco a poco te vas dando cuenta de todo lo que se esconde dentro de sus canciones: ternura, alegría, ironía, cinismo, mala leche... eso sí, cantado y contado con absoluta originalidad. Nunca se han vuelto a escribir unas letras en castellano a la altura de las del dúo, llenas de talento y sinceridad.

José Manuel Caballero Bonald, escribía en la contraportada del libro "Vainica Doble" de Fernando Márquez :
"Nadie cantaba hace diez años, ni canta, con la frescura de intenciones y la ternura crítica con que ellas lo hacen. Son unas canciones ingenuas, torpes, amables, despiadadas, melancólicas, conmovedoras, infantiles, maduras, perversas, meticulosas, anárquicas. Por las letras se les escapa una vida y por las músicas les llega otra. No buscan tiempo: lo tienen."
Os dejo aquí el vídeo de "Caramelo de Limón" que aunque no sea muy representativo de toda su carrera, es un buen comienzo. Por cierto, todos recordareis la canción del programa "Con las manos en la masa"... Pues sí... era de ellas.

Vainica Doble, las hadas que tejen mis sueños... Dúo incomparable, mordaz, tenaz y capaz.

Sergio

miércoles, marzo 18, 2009

AGÜELICOS DE SAN FRANCISCO


Farfallosos todos:

Esta es sin duda alguna una de las imágenes típicas del invierno en Alcañiz. Ni las oliveras con dorondón, ni el río helado...nada...LOS AGÜELICOS DEL BANCO DE PIEDRA DE SAN FRANCISCO!!!

Haciendo caso a nuestro instinto felino, después de comer, van apareciendo anárquicamente los agüelicos, cada uno buscando su sitio.

Allí, al resguardo del cierzo y junto al banco de piedra, tienen guardadas sus protecciones contra el sol, trozos de cajas de cartón de leche Pascual, viseras de la Caja Rural… cualquier elemento es bueno para proteger la vista del tio Lorenzo.

En una mano la gayata y en la otra el cartón comentaban: “Pues este año tengo el cebollino mu majo, pásate mañana por la huerta”.

Es fácil que esperen a que bajen los carlistas del Maestrazgo, que pase la vuelta ciclista o la ambulancia de turno… pero si algo tengo claro es que por ahí pasaremos todos para charrar las frías tardes de invierno cuando ya no nos dejen ir al bar.

Si pasáis por allí fijaos, porque con el calor de la primavera se van hasta el próximo año. ¡¡Ojalá que vuelvan todos!!

Salud y estampas.

Manuel

PD: Si pasais por allí, echar una fotico!!

miércoles, marzo 04, 2009

VENECIA. La felicidad de estar emocionado


Fin de semana en Venecia con Luana, maravilloso. Llegamos al aeropuerto de Treviso el sábado por la tarde. Desde allí fuimos a Conegliano, su pueblo, una bonita villa amurallada, fría y húmeda, conocida por su viñas y su producción de Prosecco, un vino blanco estupendo. Pronto fuimos a hacer un aperitivo como manda la tradición, a base de spritz y tramezzini y después fuimos a cenar a una casa rural comida típica italiana: una delicia.
Al día siguiente, después de un café sabrosísimo, cogimos el tren rumbo a Venecia y en cuarenta minutos nos plantamos en un laberinto de canales, calles escondidas, rincones misteriosos y manadas de turistas. Lo bonito de Venecia es perderse por sus calles, salirse del rebaño con cámaras en ristre y descubrir todo lo que tus ojos puedan alcanzar. Recorrimos toda la ciudad con todos sus entresijos y a última hora de la tarde, regresamos a Conegliano. Fuimos a cenar a una pizzeria con la familia de Lú y después salimos a tomar algo a un garito con sus amigas.
Al día siguiente visitamos el pueblo, su castillo y sus tiendas de discos, comimos en casa y a primera hora de la tarde cogimos el avión de vuelta a Barcelona.
Así estoy... preso de la inconsciencia y del amor, disfrutando cada momento como un regalo de cumpleaños, sintiendo emocionado el color de los días.

Sergio